lunes, 18 de noviembre de 2013

Una eternidad






Una eternidad acostumbrada
a dejarme llevar por suaves olas
que aún en mal tiempo me sostenían 
amables
negándome el naufragio 
marea sabrosa y amarga
a ratos tibia 
a ratos atormentada 

Una eternidad, sí
con el horizonte siempre lejos...

Mas de repente mi mundo se volvió plano
y las aguas me llevaron al abismo
entonces en la caída libre quise verme
y no sabía quién era

Sigo cayendo
y sigo sin verme

A ratos
añoro el mar amable
que en mi ceguera me cobijó
remembranzas de días dulces
sol brillante y aguas tranquilas
solo a ratos

Luego tormentas sacuden mi pensamiento
de golpe regreso y me doy cuenta
sigo cayendo 
sigo perdida
buscando donde verme
buscando ojos donde encontrarme


No hay comentarios:

Publicar un comentario