Imágenes efímeras
son espuma, son jabón
se desvanecen suaves, intrascendentes
ante la fuerza de mi voz
no se erigen, no dominan
no me importan
nacen...
y se van
¿Cuánto cuesta un corazón?
¿Cuánto cuesta latir con fuerza?
¿Cuánto cuesta ser?
solamente ser...
Y ¿Cuánto cuesta una sonrisa?
¿Cuánto cuesta la alegría?
¿Cuánto cuesta la paz?
Un estertor de polvorosas
empalagada de suspiros
¿Cuánto cuestan mis dos pies?
¿Es qué acaso caminar no sé?
Un relámpago de amor...
de esos que parten el alma en dos
cuando se te queda la mirada en escombros
y no sabes si recoger los pedazos
o derretirte en el pavimento caliente de su voz
No,
se desdibuja la alegría
se desdibuja la alegría
no nacen de la guerra las sonrisas
se quiebran y yacen vacías, rotas, desportilladas
y no hay gemidos de pega loca
ni palabras remendonas
ni besos empegostados
que logren levantar jardines
con sonrisas que se han quebrado
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