Atiborrada de minutos exentos
anhelando el sonido de tus pasos
agotada de tanto imaginarte
cansada de solo querer ver
amaneceres contigo
y atardeceres en tus ojos
No quiero aceptar nuestra distancia
como alternativa cotidiana a nuestro olvido
no quiero ausencia ni nostalgia en demasía
no quiero nada sin tu olor ni tu sonrisa
Tampoco quiero andar enloquecida
buscando obsesiva las señales
en cada fracción
que huye enardecida
por creer estar lejos
demasiado lejos
de tu vista
Tampoco quiero creer
que no necesitas mis abrazos
cuando muero cada día
por la ausencia de tus besos en mi vida
Las ganas de quererte
un infierno
que me mantiene cocinando rabias
que duelen como dardos
las ganas de quererte no se mueren
como muero yo
por ganas de tenerte
Un infierno que arde tanto, y como duele
por no querer aceptar la muerte y sus colores
de cada instante que disuelve los dolores
de cada día que muere ante los pies descalzos
sucios, adoloridos, desencajados
tristes por el ayer desventurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario