Entre grillos y sapitos mañaneros
la noche llama emocionada
al calor iluminado
de abrazos sin distingo
de caricias y destellos
que hasta los fantasmas se dejan abrigar
Entre grillos y sapitos pienso
y dejo que mis pensamientos envuelvan
la promesa de mañana
que llega a tu ventana
Permíteme cantar
aunque suene a ruido rechinante
permíteme hablar
aunque suenen estruendos absurdos
incoherentes y necios
necesito lavarme los pies
las manos
la mirada
en el ínfimo rayo que recelosa permita
de tu mirada que se cuele hasta mis huesos
esperando que mi mirada logre ver
la mínima porción de eternidad sin deshacerse
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