Que fácil estar en paz en el silencio
la nevera repleta
la fiesta en la esquina
la llamada oportuna
el abrazo amigo
el abrazo amante
Que fácil nadar en aguas tranquilas
subir escalones bien medidos
sentir a cuenta gotas
tener planificada la sonrisa
ordenados los zapatos
los bostezos
los días y los besos
Agarrados del pasado
se desagarran los segundos
que quieren partir
y se quedan
embelesados, apelmazados,
hasta adoloridos sin saberlo
acostumbrados a no ir a ninguna parte
¿Cual paz puede vivir en pasado?
segundos amordazados
estampados
convertidos en caricaturas
de amores que fueron y escaparon
de amores que nacieron muertos
de amores que convulsionan
buscando un impulso
que les permita vivir
Que les permita caminar
que les permita querer sucumbir al tiempo
oler a grama mojada
titiritar de frio
abrir la mirada
300 grados sesgados
60 grados en piedra
calcinados los deseos
que hierven
que matan
que creen que matan
El tiempo
ya está muerto
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