Llueve a cántaros
intento tararear la melodía de tus ojos
tararear una sonrisa
una lágrima...
Lloro tranquila
la muerte necesaria
tan innecesaria
como un soplido en el viento
como un susurro en un concierto
Tras una mueca indescifrable
espero tranquila el momento
en que lo único que haya es amor
Estoy harta de que estés tan lejos
atiborrada de instantes
en los que no puedo abrazarte
ni contarte
que el sol en mi cara se siente como tu mirada en mis ojos
contarte que me hace falta mi niñez
las horas de juegos interminables
nunca sin tiempo, nunca ocupados
nunca aburridos
siempre querer
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