Así
la vida me arrolló
cual ola de gigante investidura
arremolinada
fuerte y decidida
a amansar
las estridentes esquinas
de mi mente acostumbrada
a moldes cual hieleras
separadas y tristes las ideas
Que aburrido el calzar de cada esquina
que craqueaban al moverse
y hasta dolían
añoraban existir sin miedo
las piezas que armaba y desarmaba
y empeñada ordenaba
para saber dónde estaban ubicadas mis querencias
Tanto orden ocupada
ahuyentando al caos
esquivando olas
hasta que llegó aquella
gigante, más grande que cualquier sueño imaginado
en absoluto desparpajo
destruyó
feliz e irreverente
todo aquel circo
que ordené con tanto ahínco
se hizo trizas dando vueltas
en su enorme carrusel
moledor de lágrimas
y sueños
No hay comentarios:
Publicar un comentario